El precio de este tratamiento es orientativo, basado en el promedio publicado por los especialistas en Esteticas.com.ar. Puede variar según la clínica, el paciente y/o la complejidad de la intervención.
Primer turno: En esta cita se lleva a cabo una valoración de la condición del paciente, esto sirve para hacer un diagnóstico más preciso que, a su vez, determine la mejor forma de corregir el problema.
Tratamiento: En los casos más comunes, con inyectar toxina botulínica (Bótox) en la zona afectada es suficiente, ahora bien, si el problema es más grave, no queda de otra que realizar una cirugía, la cual requiere de anestesia general y el ingreso a quirófano.
Postoperatorio: En caso de cirugía, la persona deberá permanecer un tiempo incapacitado, hasta que los puntos de sutura estén completamente sanos. Si se opta por el proceso estético, entonces la persona podrá seguir su rutina diaria de forma convencional, luego de la sesión.
Hay varios factores decisivos, como es el caso de: La reputación del médico que vaya a llevar a cabo el proceso, la ubicación y el estado de las instalaciones de la clínica, además del tipo de procedimiento que se va a realizar, es más que obvio que la inyección de toxina botulínica es apenas una décima parte de lo que costaría una cirugía de corrección de hiperhidrosis.
Desafortunadamente, no existe un procedimiento similar al del tratamiento de hiperhidrosis. Ya mencionamos los dos mecanismos que hay en el mercado, uno poco invasivo, que se realiza en no más de media hora y, otro más invasivo que, requiere del uso de anestesia general. Estos procedimientos tienen una gran variación en el valor del precio, en donde el poco invasivo puede fácilmente ser menos de la mitad que la cirugía.
Aunque la hiperhidrosis está considerada como una condición médica por los dermatólogos, para la Obra Social no es considerada como una afección que pueda poner en riesgo el estado de salud de una persona, de modo que estas no llegan a cubrir los procedimientos para corregir el problema, independientemente de lo grave que este pueda llegar a ser.
En el caso de la aplicación de toxina botulínica, es poco probable la financiación. Ahora bien, si se requiere de una intervención quirúrgica, es posible que la clínica tenga un programa de financiamiento autónomo, o con la asociación de una institución financiera, en este último caso, al sistema de pagos en cuotas mensuales se le deberá incluir una tasa de interés.
Aunque el precio es un factor importante a la hora de decidir hacerse un tratamiento estético, este no debería ser lo único validado por el paciente. Otros aspectos como la reputación del médico, la valoración de otros pacientes que fueron atendidos por él, o incluso las condiciones de la clínica en donde se va a llevar a cabo el proceso, son otras de las muchas cosas que también se deben tener en cuenta.