El precio de este tratamiento es orientativo, basado en el promedio publicado por los especialistas en Esteticas.com.ar. Puede variar según la clínica, el paciente y/o la complejidad de la intervención.
Primer turno: La paciente es revisada minuciosamente por el cirujano, el cual va a determina la gravedad del problema, además de validar si la paciente es una candidata apta para la cirugía.
Exámenes médicos: Estos son obligatorios, pero no vienen incluidos en el precio total del tratamiento.
Tratamiento: Todo lo que requiere la cirugía se incluye en el precio total del tratamiento, es decir, honorarios médicos, reserva de horas en quirófano, anestesia, utensilios quirúrgicos, etc.
Hospitalización: La paciente puede permanecer por lo menos un día en el hospital.
Seguimiento: Todos los turnos de seguimiento para validar el avance de la cicatrización de los puntos de sutura se incluyen en el precio total de la vaginoplastia.
Son muchos los factores que influyen en el precio de una vaginoplastia como, por ejemplo: La ubicación de la clínica en donde se va a llevar a cabo la intervención, el tipo de técnica usada para la cirugía, las condiciones de los equipos usados, el costo de la hospitalización, el valor que la clínica cobra por la hora de quirófano y cuantas horas serán necesaria para la cirugía, además del prestigio del cirujano tratante.
En cuanto a procedimiento estéticos en la zona íntima femenina, en el mercado hay una infinidad de opciones. Labioplastia, puede ser realizado de forma tradicional con bisturí o por medio de tecnología láser, el valor medio de este tratamiento ronda los 1.700 USD. En caso de que los labios de la vagina estén flácidos, es posible rellenarlos con ácido hialurónico, este tratamiento puede llegar a costar unos 375 USD.
Esto va a depender de la necesidad de la intervención. En principio, la vaginoplastia es vista como un tratamiento estético, de modo que las obras sociales se abstienen de financiarlas, sin embargo, en caso de que la paciente presente una patología en su zona íntima que ponga en riesgo su calidad de vida, las obras sociales se ven en la obligación de cubrir el tratamiento, siempre y cuando esté indicado por un especialista.
Hoy en día hay financiamiento para casi cualquier tipo de intervención plástica, pero primero debemos consultar con tu cirujano y la clínica en donde te vayas a hacer la vaginoplastia. Algunos centros han comenzado a crear planes de pagos mensuales que le permite a la paciente financiar su procedimiento sin necesidad de pagar intereses u otorgar algún tipo de garantía.
Recuerda que la intervención se va a llevar a cabo en una zona muy delicada, por lo que solamente un profesional certificado, con credenciales del ministerio de salubridad y referencias de otros pacientes, puede realizar la cirugía. El precio no debe ser lo primero que tomes en cuenta, a menos que sienas que este es lo suficientemente bajo como para generarte sospechas.