Los implantes necesitan tiempo para adaptarse a los tejidos: al principio pueden verse más proyectados o con mayor tensión, pero en pocas semanas se acomodan de forma natural.
Cada cuerpo tiene su propio ritmo de recuperación: seguir las indicaciones postoperatorias ES CLAVE para optimizar la evolución de la cirugía, garantizando un resultado estable y armonioso a largo plazo.