Los xantelasmas son una acumulación pequeña de grasa que aparecen bajo la piel del párpado inferior o superior, junto al lagrimal. Es un abultamiento pequeño de grasa, que puede tener forma de placas o nódulos.
Tiene un color amarillento y su aparición se debe al cúmulo de colesterol, pero su aparición no suele alterar la cuenca del ojo, porque abarcan la parte superficial de la piel. El xantelasma en sí mismo no es perjudicial, pero muchas veces su aparición podría ser un síntoma de una enfermedad cardíaca más grave.
Existen 2 tipos de Xantelasma:
El unilateral, cuando la lesión aparece en un solo ojo o en uno solo de los párpados. Por el contrario, y como su nombre lo indica, el tipo bilateral se da cuando la lesión afecta a ambos párpados.
Generalmente, los xantelasmas son indoloros, no suelen provocar dolor y no presentan ningún síntoma o molestia, salvo las consecuencias estéticas. Las personas que lo padecen suelen tener aspecto cansado, y si crecen mucho pueden interferir en la visión o tapar el campo visual.
Pero en la mayoría de los casos, el motivo de consulta suele ser solo por cuestiones estéticas. Aparecen más que nada en personas adultas y con mayor frecuencia en mujeres con niveles de colesterol alto, pero también pueden aparecer en pacientes con colesterol normal.
Una vez que aparecen es difícil que desaparezcan por sí solos, de forma natural, en ese caso es fundamental realizar una cirugía.
Pueden verse, con mayor frecuencia, en adultos y suelen presentarse por depresión, estrés, por predisposición genética, por llevar una vida sedentaria o también debido a una mala alimentación.
También puede deberse a ciertos trastornos en el metabolismo como podrían ser la hipercolesterolemia (colesterol alto), cirrosis biliar o incluso diabetes.
Asimismo, pueden aparecer en pacientes que no presentan trastornos indicados anteriormente, y aparecen igualmente teniendo un nivel de colesterol normal. En estos casos el médico deberá evaluar y estudiar las posibles causas.
Hay muchas maneras de prevenirlo, por ejemplo:
Existen diferentes tipos de tratamiento para este tipo de afección, algunos de ellos pueden ser:
La técnica que se utilice dependerá de la localización, tamaño y características del paciente. Es muy importante conocer su causa por la que pueden reaparecer. Siempre es muy importante acudir al oftalmólogo para que haga un chequeo general junto con un estudio del colesterol en sangre para estudiar los diferentes tipos de tratamientos teniendo en cuenta cada caso en particular. Por lo que, acudir a un médico especialista es siempre fundamental para lograr los mejores resultados.