Los queloides son alteraciones en las reparaciones de heridas, es el crecimiento de tejido cicatricial adicional, generalmente se presenta donde la piel se mantiene sana después de una lesión. Se pueden presentar de formas muy variadas y son muy duros al tacto.
Pueden ser pruriginosos, pueden causar dolor y es posible que salgan en diferentes lugares. Las zonas en las que aparecen comúnmente son los hombros, el pecho, el cuello y los lóbulos auriculares.
Al aparecer los queloides se pueden observar varias etapas, la primera etapa de crecimiento, después se mantiene estable por largos periodos de tiempo y por último se ablanda, aplana y puede hiper pigmentarse.
Por el momento se desconocen las causas que producen esta anormal cicatrización, pero en general los expertos coinciden en que la causa sea un mal proceso de cicatrización de las heridas, y así mismo coinciden en que los queloides se forman cuando el cuerpo produce demasiado colágeno. Pero los mismos no son cancerosos ni se contagian.
Puede existir una predisposición hereditaria para que las mismas se desarrollen, es decir, que suelen existir causas genéticas.
Su crecimiento puede deberse a cualquier tipo de lesión que exista en la piel, como puede ser un golpe, una quemadura, una picadura de insecto, por una perforación, acné o incluso una inyección. Muchas veces los queloides se forman sin razones aparentes.
Pueden aparecer meses o años después de la lesión que la provocó. Algunos de los síntomas que suelen presentarse son:
Y si bien suelen presentar molestias, picazón y dolor son inofensivas. Existe mayor porcentaje que aparezcan en personas de raza negra, asiáticas o latinas. Y también en aquellas personas que tienen antecedentes familiares o mujeres embarazadas.
Es importante empezar con su tratamiento lo antes posible, para esto es fundamental consultar con tu médico si la sensación o el aspecto de un queloide te molesta, él podrá indicarte cuál será el mejor tratamiento a seguir según cada caso. Los queloides se diagnostican con una simple observación, es decir con un diagnóstico clínico, y en ciertas ocasiones el dermatólogo puede realizar una biopsia para descartar otro tipo de lesiones de la dermis.
Existen diferentes tipos de tratamiento como son la administración de los corticoides tópicos, siendo el tratamiento más efectivo.
Otros tratamientos que existen para las cicatrices queloides son medicamentos y cosméticos tópicos, como así también el láser CO2 o radiofrecuencia.
Por último, se puede recurrir a la cirugía en los casos más extremos, que generalmente van acompañados de otras terapias para que tengan un mejor resultado.
Todas aquellas personas que tengan predisposición a cicatrizar con formaciones de queloides deben tratar de evitar colocarse piercings, realizarse tatuajes, evitar realizarse cirugías, lesiones o heridas innecesarias.
También es importante evitar la exposición solar en las heridas recientes, proteger la zona con apósitos o curitas y no olvidar colocar siempre crema solar.
Así mismo, en personas que tengan mayor facilidad para desarrollar este tipo de cicatrices, el tratamiento con cremas antiinflamatorias puede reducir la formación de queloides. Para esto deben utilizarse este tipo de cremas después de una cirugía en la zona afectada o después de producirse una herida.
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