La foliculitis
La foliculitis no es más que una inflamación aguda del folículo piloso. Cuando es leve y superficial se limita a ser un problema molesto y quizás un poco vergonzoso, pero cuando se vuelve más grave y profundo puede derivar en la formación de manchas, cicatrices y caída del cabello.
Se presenta en forma de forúnculo y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, excepto en las palmas de las manos y los pies, ya que en esta parte no hay folículos pilosos. Generalmente, en las mujeres se forma principalmente en la ingle, especialmente si se utiliza el afeitado como método de depilación, pero también puede formarse en la cara y el cuero cabelludo. Es muy importante tratar de no rascarnos ni apretar los forúnculos debidos a la foliculitis, aunque el picor y el dolor que pueden provocar pueden llevarnos a tocarlos, ya que un estrés adicional solo agravaría la inflamación, introduciría irritantes adicionales y favorecería la formación de hiperpigmentación residual.
Diferentes causas de la foliculitis
Al tratarse de un trastorno inflamatorio, la causa más común es una infección bacteriana. La más común en la sociedad es Staphylococcus aureus, pero también puede ser causada por muchas otras bacterias, como por ejemplo Pseudomonas aeruginosa.
Además de las bacterias, también pueden causar foliculitis virus (especialmente el herpes simple) y hongos (entre ellos Candida albicans, Trichophyton rubrum y Malassezia).
Este tipo de infección se ve facilitada por acciones normales y cotidianas, como frotar la ropa contra la piel, afeitarse con maquinitas u hojas de afeitar o sudoración excesiva.
Desgraciadamente, no es fácil prevenir la foliculitis, pero puede haber formas de disminuir la posibilidad de que se produzca, por ejemplo optando por métodos de depilación menos traumáticos o evitando prendas muy ajustadas en las zonas donde sabemos que somos más propensos a sufrir la aparición de pústulas dolorosas.
Piel con foliculitis
Existen dos métodos eficaces para tratar la foliculitis.
Terapia con antibióticos
Lo mejor que se puede hacer para deshacerse definitivamente de la foliculitis es someterse a una terapia con antibióticos. Dado que, como hemos visto, la causa se encuentra en bacterias, virus y hongos, lo único que queda es consultar con el médico para saber qué medicamentos podrían curar la infección. En general, los antibióticos más recetados para este fin son Dicloxacilina y Ciprofloxacino, mientras que en casos de inflamación fúngica se suele utilizar Econazol o Fluconazol. Cuando la causa de la foliculitis se debe a un ataque viral, se deben utilizar medicamentos antivirales (por ejemplo, aciclovir, famciclovir y valaciclovir). Otra solución farmacológica puede ser el uso de fármacos inmunoestimulantes.
La terapia con medicamentos es generalmente muy eficaz y puede tratar el problema desde la raíz. Sin embargo, es importante evitar prescribir o realizar auto tratamientos, ya que cada medicamento puede tener efectos diferentes. Por lo tanto, los medicamentos siempre tienen que ser prescritos por un médico competente tras un examen diagnóstico.
La depilación láser
La terapia farmacológica es más eficaz para tratar la foliculitis, pero cuando se trata de prevenir la foliculitis se deben tener en cuenta otras consideraciones. Como comentábamos, en muchos casos esta inflamación se desencadena por métodos de depilación que irritan el folículo piloso y hacen que sea más fácil de atacar. Por tanto, el mejor método de prevención es practicar la depilación con láser o luz pulsada, especialmente en las zonas donde es más probable que se produzca este problema. De esta forma evitaremos estresar nuestra piel y cabello, lo que reducirá situaciones traumáticas para los folículos. Con estos métodos de depilación progresiva y permanente el folículo se destruye desde la raíz, dejando la piel mucho más suave y tersa, a diferencia de con otros sistemas como la depilación con cera o el afeitado.