A lo largo de los siglos, el exceso de pelo siempre ha sido un problema. La buena noticia es que existen muchos métodos para eliminarlos.
El crecimiento excesivo del vello se debe a factores hormonales que implican el crecimiento de un gran número de pelos en determinadas zonas y que pueden resultar molestos para las personas afectadas.
Elegir el método más adecuado no es fácil y esta decisión está influenciada por muchos factores como la zona del pelo, el tiempo y en algunos casos, la cantidad de plata que estemos dispuestos a gastar para deshacernos de él.
Existen muchas técnicas de depilación que se pueden realizar en casa o en centros de belleza:
A menudo escuchamos hablar de depilación permanente o depilación definitiva, pero primero debemos aclarar una cosa: ningún método de depilación es para siempre. Los láseres y la luz pulsada tienen efectos progresivos y gradual (de ahí la necesidad de muchas sesiones) y a largo plazo. Por tanto, decir que se trata de un método permanente no es del todo correcto, aunque sí es cierto que los resultados duran mucho tiempo, incluso algunos años. Los resultados y su duración son siempre subjetivos, por lo que es importante confiar en profesionales con experiencia en estas técnicas y no hacer comparaciones con los resultados obtenidos por otras personas, ya que cada caso es diferente.
Hechas las aclaraciones necesarias, veamos cuáles son las diferencias entre los métodos de depilación que ofrecen resultados más duraderos:
En promedio, se necesitan alrededor de 5 sesiones para lograr un buen resultado que se traduce en una reducción del 70-90% en el crecimiento del exceso de cabello. Luego el rebrote será progresivamente más lento y los nuevos pelos serán más finos y claros para caerse por sí solos, de modo que una vez terminado el primer ciclo de tratamiento sólo serán necesarios retoques periódicos y espaciados.
El tratamiento no es doloroso y se recomienda realizarlo únicamente en otoño o invierno, cuando es más fácil mantener la piel cubierta de los rayos solares que podrían provocar manchas o irritaciones y comprometer el resultado.
La ventaja es que esta técnica se puede usar para cabellos de todas las pigmentaciones (incluso rubios o incluso blancos), pero no se recomienda para personas cuyo cabello tiende a hacer rulos. La duración de la sesión depende del tamaño de la zona a tratar y esto también se aplica a las otras técnicas descritas, e incluso en este caso, serán necesarias varias sesiones antes de ver un resultado óptimo. Al finalizar el tratamiento, la piel estará enrojecida durante unas horas. El procedimiento no es doloroso, pero en determinadas zonas más sensibles como la ingle o el labio superior puede resultar más molesto.