Tener una cara delgada y definida es símbolo de elegancia y belleza, y muchas personas que lamentablemente no nacieron con esta fisionomía y sí lo hicieron con una estructura mas redonda y rellena, sueñan con poder cambiar sus rasgos para verse como siempre quisieron. En los años 30 re rumoreaba que la famosa Marlene Dietrich se había quitado los dientes delanteros para lucir unos pómulos más altos y una perfectamente perfilada. Gracias a los avances en la medicina estética, los tratamientos actuales mejoraron significativamente en comparación con los tiempos de la diva del Ángel Azul.
Según los cánones estéticos clásicos occidentales, el cara perfecta tiene una forma ovalada y ligeramente en V, con todos sus elementos proporcionados y a la distancia adecuada: el espacio entre las dos pupilas debe corresponder a aproximadamente la mitad de la anchura total del rostro, mientras que los ojos y los labios deben estar a una distancia equivalente a un tercio de la longitud del rostro.
Las mejillas no deben ser demasiado rellenas, los pómulos deben ser altos y pronunciados, mientras que los labios deben ser carnosos. Todos los elementos pueden ser perfectamente retocados por un especialista en cirugía plástica estética, sea recurriendo a procedimientos quirúrgicos (como la queiloplastia, por ejemplo) o a tratamientos menos invasivos como los rellenos reabsorbibles. Pero ¿Se puede hacer algo cuando no estamos contentos con la forma que nuestra cara tiene en general? Por suerte, la respuesta es SI.
La cara de cada persona presenta una forma diferente que puede mejorarse o modificarse a través de ciertos tratamientos según cada caso. Antes de nombrarte cuales son los procedimientos que tenes a disposición, veamos cuales son las diferentes formas que la cara puede tener:
- Ovalada: todos los elementos y volúmenes son regulares.
- Diamante: contorno ovalado, pero con forma de V y pómulos más pronunciados.
- Corazón o triángulo invertido: mentón puntiagudo y pómulos definidos.
- Triangular: frente estrecha, pómulos pequeños y mandíbula pronunciada (lo contrario de la forma de corazón).
- Cuadrada: mandíbula ancha y pronunciada, tanto los pómulos como la mandíbula son pronunciados.
- Rectangular o alargada: se desarrolla principalmente en longitud (mentón prominente y frente alta).
- Redonda: la altura y la anchura son casi equivalentes, dibujando un círculo sin ángulos y con las mejillas llenas.
Cuando se ganan unos kilos de más no se salva ninguna parte del cuerpo, ni siquiera la cara. Incluso en ella, pueden acumularse pequeñas adiposidades localizadas que llegan a ocultar algunos rasgos faciales, haciendo que su forma sea prácticamente indistinguible.
Los puntos del rostro que más sufren este problema son, las mejillas y el mentón (donde se forma la llamada papada). Los casos en los que solo se quiere resaltar el volumen de la cara están en cierta ventaja con respecto a quienes quieren cambiar drásticamente su forma general, porque simplemente tendrán que preocuparse en encontrar el tratamiento más adecuado para eliminar la grasa subcutánea. Y en estos casos las opciones son realmente muchas:
- Coolsculpting: es un dispositivo que se encarga de congelar y eliminar la grasa subcutánea. Dos sesiones (de 30 a 60 minutos) son suficientes para reducir el exceso de grasa en un 20% aproximadamente. No es invasivo, no se necesita hospitalización y los resultados son visibles de 3 a 4 meses.
- Radiofrecuencia: en este caso es el calor el que destruye las células del tejido adiposo. Los resultados son graduales y visibles tras unas 5 sesiones semanales. No es invasivo y no requiere de tiempo de recuperación.
- BodyTite: es un tipo de liposucción que utiliza la acción de la radiofrecuencia para eliminar la grasa y tonificar la piel al mismo tiempo. Es mucho menos invasiva que una liposucción normal y está indicada especialmente para quienes no tienen una buena elasticidad de la piel. Se necesitan de 3 a 5 días de recuperación postoperatoria.
- Smart Lipo: es un tipo de liposucción quirúrgica en la que se utiliza energía láser que calienta el tejido graso antes de aspirarlo (también ayuda a la producción de colágeno). Es menos invasivo que una lipo tradicional pero igual requiere de 3 a 5 días de reposo.
- Liposucción: es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se realizan pequeñas incisiones en las zonas a tratar para crear un acceso en donde unas microcánulas succionan el exceso de grasa. Los resultados finales son visibles entre 3 y 6 meses después de la cirugía, y se deberá hacer reposo absoluto durante al menos 2 semanas dependiendo de cada caso.
Los tratamientos para tratar la grasa subcutánea son diferentes de aquellos destinados para remodelar el contorno facial. Cuando nuestro deseo es el de modificar la forma de la cara en sí, deberemos tener en cuenta otras opciones que serán efectivas:
- Bichectomía: es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación de las bolsas de bichat, es decir, los pequeños depósitos de tejido adiposo que se encuentran cercanos a los huesos malares. El objetivo del tratamiento es afinar el contorno de la cara, adelgazar las mejillas y resaltar los pómulos para conseguir una cara en forma de V. La operación dura entre una y una hora y media, se realiza con anestesia local y es normal experimentar edemas durante una semana posterior a la intervención. Los resultados van a poder apreciarse luego de 3 meses y serán permanente e irreversibles.
- Mentoplastia: existen dos tipos de cirugía, la primera consiste en insertar una prótesis para aumentar o modelar la zona, mientras que la segunda consiste en reducir el hueso del mentón para que este no quede demasiado grande y resulte armonioso a la cara. En ambos casos, se trata de procedimientos quirúrgicos, que requieren de anestesia local o general y de un postoperatorio de al menos tres días para retomar cualquier actividad. Los resultados son definitivos y se podrán ver en aproximadamente 1 o dos meses.
- Profiloplastia: este término une varias intervenciones quirúrgicas destinadas a la remodelación general del perfil. Generalmente combina procedimientos como la mentoplastia, rinoplastia, otoplastia, el aumento de pómulos y, en ocasiones, el aumento de labios. El objetivo es maximizar el perfil mejorando todos los elementos de la cara haciendo que el contorno se destaque. Con resultados definitivos y a menudo satisfactorios, la duración varía en función de las intervenciones que se decidan combinar, cosa que también determinará el tiempo de postoperatorio.
- Relleno facial: a diferencia de las intervenciones anteriores, no se trata de una técnica quirúrgica ni definitiva. Los rellenos son sustancias que se aplican por medio de agujas muy finas. Las sustancias más utilizadas son el ácido hialurónico, el ácido poliláctico y la hidroxiapatita cálcica, todas ellas reabsorbibles, naturales e hipoalergénicas. Los efectos nunca son permanentes (de hecho, deben evitarse todos los rellenos permanentes), y tienen una duración que puede variar de 6 meses a 2 años, según la composición y la zona en la que se inyecte. Las partes que se tratan mas comúnmente son la nariz, los pómulos, los labios, el mentón y la línea de la mandíbula (en este último caso se habla de contorno de la mandíbula). El procedimiento dura aproximadamente media hora, la recuperación es instantánea y los resultados son visibles de inmediato.